Dando por sentado que nadie con sentido común y buena fe puede oponerse a las subidas salariales, y especialmente a las del Salario Mínimo, sí conviene recordar las palabras del recientemente reelegido presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, cuando afirmaba que ”subidas salariales, sí; pero con cabeza”. Una receta que la patronal española ha traducido en un incremento del SMI del 4% similar al que el Gobierno aplicará a los funcionarios.
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