El presidente catalán, Pere Aragonès, quiso poner este miércoles una pica en Flandes: viajó a Madrid para explicar con solemnidad su propuesta de financiación singular para Cataluña, un modelo a la vasca pero que incluye una cuota de solidaridad interterritorial. El jefe del Govern calificó la necesaria mejora de la situación de las arcas catalanas como un “hito” en la resolución del conflicto pero esa intencionalidad se vio empañada por la soledad con que la defendió. Después de que hace 15 días el mundo económico catalán en bloque apoyara mediante un manifiesto la necesidad de acabar con el infrafinanciación de la Generalitat, ninguna cara visible de ese grupo hizo acto de presencia en el acto organizado por Europa Press. En el entorno del president, sin embargo, creen que han logrado el objetivo de que todo el mundo, hasta la líder madrileña Isabel Díaz Ayuso, hable del tema.
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