164 días después de levantar al cielo de Eindhoven la segunda Champions del club, el Barça arrancó el camino que espera llevarle a una nueva final en San Mamés el próximo 25 de mayo. Para los más supersticiosos, las de Jonatan Giráldez repitieron un guión casi idéntico al de hace un año, con el Benfica como víctima (5-0). El sorteo deparó que fuese el conjunto luso de nuevo el rival ante el que estrenarse en la competición europea, pero esta vez plantó más resistencia, espoleados por la veintena de aficionados que no dejaron de animar al equipo desde la grada visitante de un Johan Cruyff que volvió a registrar una gran entrada, incluyendo al presidente Joan Laporta en el palco. Y es que en el estreno europeo el Barça aprovechó para ofrecer a su afición el trofeo que las acredita como el mejor equipo del año, un galardón que recibieron en París la noche en la que Aitana recogió el Balón de Oro. No se acaban los trofeos en este equipo que ha ganado dos Champions en los últimos tres años y busca su segundo título consecutivo este año.
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