Cuenta atrás para llegar a un acuerdo entre Podemos y Sumar. El último giro de guion del presidente Pedro Sánchez deja poco margen para la reflexión pausada y obliga a los partidos a ponerse a ello. La organización de Ione Belarra, principal dañado de debacle en las elecciones autonómicas y municipales, tiene solo diez días para cerrar un acuerdo con la plataforma de Yolanda Díaz, según obliga la ley electoral. Los comicios han servido para medir fuerzas y a excepción de Más la capital española —que aun sin tocar poder, se consolida como segunda fuerza en la Comunidad—, ninguna de las formaciones que aspiran a integrarse en el futuro espacio liderado por la vicepresidenta segunda del Gobierno (IU, Catalunya en Comú, Compromís o los ecologistas Verdes Equo y Alianza Verde) está en disposición de alardear de resultados. Lo apurado de los plazos y la aparente debilidad de todos y cada uno de los actores podría allanar el terreno para el acuerdo. Lo contrario sería mortal para las aspiraciones de una izquierda que termina de padecer un enorme desgaste en las urnas y lucha por la supervivencia.
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