La exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha incidido en la polémica política de la semana con un controvertido tweet en el que asegura que todas las instituciones y poderes del Estado habrían de estar supeditados al Congreso y al Senado, como representación de la «soberanía» del pueblo de España.
La también catedrática de Derecho Constitucional y diputada del Partido Socialista se refiere así a la tramitación en el Congreso de la derogación de la sedición, la rebaja de la malversación y la reforma del Poder Judicial, aprobadas como enmiendas a la reforma del Código Penal. Una maniobra técnica que el PP recurrió en amparo ante el Tribunal Constitucional, solicitando como medida cautelarísima la paralización de la tramitación, aduciendo que la forma utilizada para sacar adelante esos cambios exprés podía incurrir en inconstitucionalidad.
El Gobierno en bloque ha tratado de vender ese movimiento del PP como un intento de secuestro del poder legislativo, pese a que el Tribunal Constitucional ni tan siquiera se ha pronunciado aún en un sentido o en otro. Una hipotética resolución del TC aún podría frenar esas enmiendas ya antes…