El sistema eléctrico fue el pasado año la segunda causa más frecuente de incendios en viviendas. Las subidas o bajadas de tensión y los cortocircuitos estuvieron detrás de estos siniestros, que acabaron con la vida de 13 personas. La primera causa de fuego en las casas fue el uso de braseros, estufas, chimeneas y otros aparatos productores de calor. Una treintena de personas murieron por intoxicación o inhalación de humos y gases tóxicos. No hay semana en la que no se registren varias tragedias de este tipo.
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