
En U.S.A., los trabajadores disponen de pocas protecciones que les ayuden tanto a sostener su puesto de trabajo como a amortiguar el golpe que supone ser despedido. Esto tiene especial importancia tras un mes de octubre, y sobre todo el de noviembre, en el que las portados de los diarios se llenaban de noticias de despidos en la industria tecnológica.