Ahora que estamos en tiempos de mundial de fútbol, recordaba una oración de Fernando Ónega abriendo un informativo de T.V. pocos minutos una vez que la selección de España cayese eliminada en cuartos de final: “jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Mi empeño es eludir que todos y cada uno de los que participamos en el tema eléctrico —empresas, regulador y clientes— hayamos puesto nuestro mejor empeño y que el resultado final no sea beneficioso para el conjunto de la sociedad. Que no hayamos podido impulsar la transición energética y que un servicio esencial y de enorme valor añadido como es la electricidad, se transforme en una herramienta de división y no de desarrollo.
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