La Reserva Federal (Fed, banco central de EE UU) está presta a hacer todo lo que sea preciso para domeñar la inflación y no descarta ulteriores subidas de las clases de interés, más beligerantes, tras aflojar el ritmo en su última asamblea, en la que suavizó el incremento en 25 puntos básicos tras cuatro subidas consecutivas de 75 y una posterior de cincuenta. Los inquietantes datos de enero, con un repunte de los costos en servicios, y la fortaleza del mercado laboral han empujado a la corporación que fija la política monetaria de EE UU a proponerse subidas mayores de lo previsto si “la totalidad” de la información (el próximo dato del IPC y el número de contrataciones, sobre todo) sugiere la necesidad de adoptar medidas más estrictas para contener la presión alcista.
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