El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no se ha andado con rodeos. Han sido semanas de especulaciones y pronósticos sobre cuál sería el mensaje del año en curso en el seminario de política monetaria de Jackson Hole (Wyoming). Tras tanta espera, en menos de treinta segundos ha sacado las garras de halcón de la política monetaria y ha dejado claro que la inflación es aún “demasiado alta” y que no le tremerá el pulso en el momento de subir más los tipos si lo considera necesario. Eso sí, ha dicho que actuará “cuidadosamente” mientras que las alzas ya aplicadas despliegan sus efectos, lo que lleva al mercado a sostener su apuesta por una pausa en las subidas de tipos en septiembre.
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