El mercado de trabajo se ha erigido como la principal fuente de alegrías de la economía española. La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre, que se ha conocido este jueves, deja una cantidad de 21 millones de personas ocupadas, un umbral que jamás ya antes se había superado. Ni tan siquiera en los momentos de actividad más culminantes. Además de esto, el volumen de parados baja hasta situarse en 2,76 millones, la cantidad más baja desde dos mil ocho, dejando la tasa de desempleo en el once con seis por ciento . La euforia de los buenos resultados ha animado las previsiones y los políticos empiezan a hablar de algo que hasta hace cierto tiempo parecía una quimera: el pleno empleo.
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