De 8 de la mañana hasta el mediodía, un empleado de una compañía tecnológica realiza la mitad de su jornada de trabajo. Para de trabajar y se marcha al gimnasio, que tiene a la una de la tarde. Desde esa hora y hasta las dos hace ejercicio. Después, queda con un amigo para comer y vuelve a trabajar a las tres. Se conecta. Una de sus compañeras saldrá en una hora, al paso que a él le quedan cuatro por repartirse durante la tarde… o de la noche. Apenas coinciden. Sus horarios son asíncronos.
Seguir leyendo