El Gobierno eliminó el IVA de los alimentos más básicos de la cesta de la compra el 31 de diciembre para compensar levemente el golpe de la inflación (del 8,4% de media en 2022). Huevos, garbanzos o pepinos ya tenían un tributo bajo, del 4%, pero su supresión implicaba al menos unos céntimos de caída, a costa de las arcas públicas. El Ejecutivo también modificó el impuesto que aplica a la pasta y al aceite, que pasó del 10% al 5%. El día 2 este periódico comparó los precios de 13 productos similares en las tiendas online de las seis cadenas principales de supermercados (no se incluye Lidl porque no vende alimentos por internet). La conclusión fue que, mayoritariamente (en el 85,9% de los 78 precios analizados), la eliminación o el recorte del impuesto fue la que correspondía o incluso mayor.
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