Podemos ha anunciado en la tarde de este martes que sus cinco diputados abandonan el Grupo Parlamentario de Sumar en el Congreso. Es una decisión que oficializa la ruptura con la coalición que lidera Yolanda Díaz, que abre nuevos interrogantes en torno al Gobierno de coalición y que también alterará la vida parlamentaria de sus diputados. A partir de ahora, pasarán a formar parte del Grupo Mixto, donde se integran los diputados que no cumplen los requisitos para tener un grupo propio. Esto es, haber logrado un 15% de los votos en las circunscripciones donde se han presentado o un 5% en el conjunto del Estado.
Así, los cinco diputados de la formación que dirige Ione Belarra pasarán a compartir grupo con otros tres representantes de formaciones minoritarias: Unión del Pueblo Navarro (UPN), Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Coalición Canaria (CC). Su ubicación pasará a estar fuera del tiro de cámara de las televisiones, en el denominado “gallinero”, que es como se conoce a las últimas bancadas del hemiciclo rodeadas de columnas.
Con esos diputados tendrán que negociar a partir de ahora el reparto del tiempo de intervenciones. Según el artículo 75 del Reglamento de la Cámara si no hay acuerdo para que uno de ellos tome la palabra en nombre de todos —lo que parece improbable dadas sus diferentes sensibilidades—, sólo podrán intervenir tres diputados y no podrán hacerlo por más de la tercera parte del tiempo establecido para cada grupo parlamentario.
En caso de que no se pongan de acuerdo sobre quién interviene, será la presidenta del Congreso, Francina Armengol, la que “decidirá en el acto en función de las diferencias reales de posición”. En función de esas circunstancias también podrá “denegar la palabra a todos”. Además, el Reglamento…