La subida del precio de los alimentos se ha tomado un pequeño respiro en el mes de abril, cuando menos en España. Una “ralentización de la escalada”, conforme los datos de inflación publicados el viernes, que llega después de que en marzo la cesta de compra se disparara un dieciseis con cinco por ciento . Pero esa ralentización no ha llegado a los resultados de las multinacionales ligadas al gran consumo, que siguen con sus cifras de ingresos disparadas y que llevan meses señalando que están recuperando sus márgenes.
El contexto apunta a una relajación, si bien aún no se note al hacer la adquisición. El ministro de Agricultura, Pesca y Nutrición, Luis Planas, reconocía esta semana que la bajada de costes va más despacio de lo que pensaba pero que se ha logrado “contener” la escalada. “La tendencia a la baja de los comestibles y bebidas no alcohólicas”, es un “buen dato”, indicó el ministro el viernes en una entrevista en TVE a la espera de que España “entre en una ruta de minoración del precio de los comestibles”.
De instante, esa ruta no se ve en los resultados de…