Era noviembre de 2021 y la inflación empezaba a apuntar formas, pero ni la Reserva Federal ni el BCE habían dado aún el paso de reanudar las subidas de tipos 11 años después. Rebeca Grynspan (San José, 67 años), entonces recién nombrada secretaria general de Unctad —el brazo de Naciones Unidas para cuestiones comerciales y de desarrollo—, ya informaba de que el endurecimiento de la política monetaria no ayudaría a solucionar los inconvenientes de oferta. Prácticamente dos años y diez subidas de tipos después, la economista costarricense va un paso más allá: reclama una “discusión amplia” sobre el propósito de inflación de los bancos centrales. Y se extraña por la “resistencia” en frente de ese discute. Atiende a EL PAÍS durante una visita fugaz a Madrid, su casa durante los prácticamente siete años que ejerció como secretaria general Iberoamericana. Un día después, el Eurobanco volvería a la carga en su lucha sin cuartel contra la inflación.
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