Macron forzará por ley a que las compañías que reparten dividendos lo hagan no solo entre los accionistas, sino más bien asimismo hacia sus trabajadores. Dada esta intervención en la economía no faltará quien acuse a Macron de “comunista”. Sin embargo, si miramos más allí, nos percataremos de que es una medida que favorece tanto a empresas como trabajadores. Una medida equilibrada o “centrista” que encaja con su perfil político. En verdad, aunque pueda parecer sorprendente, han sido históricamente los sindicatos quienes más se han opuesto a esta medida.
Seguir leyendo