
La transición de una compañía que se dedica al negocio del petróleo y el gas, cara un negocio con cero emisiones netas, en el que el núcleo de la compañía pasará a ser la generación de energía con fuentes renovables no es labor fácil. Este es el camino que ha escogido Repsol, una transformación que convertirá a la histórica petrolera en un animal completamente diferente.