Robert F. Engle (Siracusa, N. York, 80 años) llega a la capital de España para hablar de finanzas y tiempo, mas no elude ninguna pregunta sobre la actualidad económica: de la abrupta subida de los modelos de interés para intentar enfriar el calentón inflacionario —con el consecuente peligro de ahoga del desarrollo, del que alerta— al reciente intento de crisis financiera en Estados Unidos. El Nobel de Economía en 2003 viaja convidado por la Universidad Pontifica Comillas, y lo hace con una agenda repleta, con actos en múltiples centros de educación y en el Banco de España. Recibe a EL PAÍS poco tras una charla en ICADE, en la que desarrolla una idea tan provocadora como real: “Putin es un activista climático: ha acelerado la descarbonización”.
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