La presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) corre peligro para Luis Rubiales después de haber besado en los labios a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas a las campeonas del Mundial femenino. Rubiales era consciente de que precisaba que la futbolista apareciese junto a él en el vídeo en el que pidió excusas y no consiguió su colaboración a pesar de que utilizó a sus dos hijas para chantajearla. Al contrario, Jenni Precioso podría haberle dado la estocada definitiva al solicitar a la Asociación de Futbolistas Profesionales (FUTPRO) que adopte «medidas ejemplares» tras lo sucedido.
«Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ se están encargando de proteger mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto», apuntó la futbolista en un comunicado difundido por FUTPRO en sus redes sociales.
Además, la Asociación de Futbolistas Profesionales expresó su «firme y rotunda condena ante conductas que atenten contra la dignidad de las mujeres». «Desde nuestra asociación pedimos a la RFEF que implemente los protocolos precisos, vele por los derechos de nuestras jugadoras y adopte medidas ejemplares», agregó.
«Es esencial que nuestra Selección, actual…