Pedro Sánchez aterrizó este lunes en Oriente Próximo por segunda vez desde el estallido de la guerra en Gaza y pocas horas después de confirmarse un nuevo bombardeo atribuido a Israel en la capital de Siria, esta vez sobre la embajada de Irán en Damasco. Tras su visita a Israel, Palestina y Egipto del pasado noviembre, el presidente del Gobierno llevará esta vez a Jordania, Catar y Arabia Saudí, tres de los países más influyentes de la región, el mismo mensaje lanzado entonces frente a las puertas del paso de Rafah: la necesidad de un reconocimiento urgente del Estado palestino por el conjunto de la Comunidad Internacional que dé paso a una solución política del conflicto para la convivencia entre los dos estados.
En conversación con los periodistas durante el vuelo de este lunes, el jefe del Ejecutivo trasladó su confianza en que, tras la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que aboga por un alto el fuego inminente durante la celebración del Ramadán, en las próximas semanas se sucedan movimientos trascendentales “a nivel multilateral” que puedan dar paso a un nuevo horizonte. Y señaló abiertamente “este semestre” como el plazo temporal en que debe abordarse el reconocimiento de Palestina. A la hora en que despegaba el avión desde Madrid rumbo a Ammán, la capital jordana, aún no se tenían noticias del ataque aéreo en Siria atribuido a Israel.
El presidente recordó que su Gobierno se encuentra en condiciones de dar el paso de reconocer a Palestina siempre y cuando se cumplan dos “condiciones”: que España no se quede sola en ese camino y que éste sirva para la resolución definitiva de la guerra en Gaza.
De esta forma, Sánchez apremia a socios europeos…