Pedro Sánchez decide apresurar en la recta finalísima del 23-J. Dar más tralla a su agenda, convulsionarla aun, para procurar combatir contra el entorno triunfalista en el que navega el PP, mecido por encuestas todas convenientes, salvo la del CIS. Tras el oxígeno recibido en Cataluña, en un caluroso acto central de campaña en Barna, el presidente del Gobierno va a intensificar su presencia en el territorio para afianzar y ganar escaños que están en disputa ahora. Este lunes y martes, y no estaba previsto, combinará su asistencia a la cumbre de la Unión Europea-Comunidad de Estados Sudamericanos y el Caribe (UE-CELAC), con dos mítines en Huesca y San Sebastián.
Ferraz diseñó esta campaña de generales de forma muy diferente a las anteriores. Había programado muchos menos actos para priorizar los contactos del aspirante Sánchez en los medios. En todo género de formatos. Había llegado a la conclusión, tras el desastre de las autonómicas y municipales del veintiocho de mayo,…