Pedro Sánchez afronta otro curso político intenso —nada nuevo bajo el sol si se repasan sus seis años de Gobierno— con el propósito de “dejarse la piel” en sus negociaciones con los socios del Ejecutivo “para que la agenda de progreso siga avanzando” en esta legislatura. El presidente del Gobierno ha transmitido este lunes, en su reunión con los diputados y senadores del PSOE, un mensaje de optimismo pese a la debilidad parlamentaria del Ejecutivo, que complica sobremanera la aprobación de los Presupuestos. En su intervención ha tendido la mano a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, al tiempo que martilleaba contra el modelo “neoliberal” de “privatizaciones” y “recortes” de los populares. Un discurso del palo y la zanahoria en el que ha aprovechado para presionar al primer partido de la oposición: si no se aprueba la nueva senda de estabilidad, ha dicho, 5.000 millones de euros para las comunidades autónomas están en el aire.
Seguir leyendo