Si algo pretende Pedro Sánchez en su viaje cara el 23-J, si algo aun necesita, es desmontar un término que la derecha ha logrado instalar: el sanchismo. Y comprende que ha de hacerlo prácticamente a marchas forzadas porque el tiempo se agota y por el hecho de que sabe que es la carta ganadora que Alberto Núñez Feijóo emplea y empleará hasta las urnas. Por eso su intensa gira mediática, más que de anunciar nuevas medidas, pivota ahora en torno a ese propósito, al de «pinchar esta burbuja que se ha inflado de mentiras, manipulación y maldades contra él». Burbuja que, acepta, no supo dimensionar ni parar a tiempo.
Lo confesaba el presidente este domingo en Lo de Évole (La Sexta), en una entrevista grabada el pasado viernes en Casa Labra, el bar de la capital de España donde se fundó el Partido Socialista Obrero Español en 1879, hace 144 años. Una entrevista muy diferente a la que el mismo Jordi Évole le hizo para Salvados hace prácticamente…