El Gobierno está “indignado” con la situación de bloqueo que la derecha política y judicial ha impuesto en los primordiales órganos de la Justicia, y ha censurado con dureza los últimos movimientos coordinados entre los ámbitos conservadores que dominan el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional. Ambos órganos tienen mayoría conservadora a consecuencia del bloqueo en su renovación. Si se hubiesen renovado en fecha, ahora estarían controlados por el campo progresista. El presidente del Ejeuctivo, Pedro Sánchez, echa la culpa de ese enquistamiento al PP de Alberto Núñez Feijóo, que bloquea desde hace cuatro años el CGPJ. Pero Sánchez rechaza reformar ahora, como le han requerido formalmente sus socios de Gobierno y sus aliados parlamentarios, la Ley del Poder Judicial para reducir la mayor parte necesaria para nombrar un nuevo Consejo. Para esto, ahora se necesitan 3 quintos de las Cámaras (doscientos diez diputados, lo que fuerza a que PSOE y PP lleguen a acuerdos, y Unidas Podemos desea bajar el requisito a mayoría absoluta (ciento setenta y seis miembros del Congreso de los Diputados). El conjunto minoritario del Gobierno ha mandado al Partido Socialista Obrero Español su propuesta. Sánchez y el conjunto socialista en el Congreso ya han respondido: “Por ahora”, no contemplan esa posibilidad. “No estamos en eso”, aseveran fuentes del Partido Socialista.
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