Fue mucho más que un debate nacional llevado a Estrasburgo, como otras veces. Fue un choque frontal entre uno de los líderes más importantes de la socialdemocracia europea, Pedro Sánchez, y el Partido Popular Europeo, que con su líder al frente, Manfred Weber, se lanzó en tromba contra la amnistía y los pactos con los independentistas en España. Sánchez y Weber, con múltiples aliados a uno y otro lado, subieron hasta niveles impensados el cruce entre los dos grandes partidos de la UE a pocos meses de las elecciones europeas, con la amnistía española como trasfondo. Weber hizo campaña, y Sánchez también. Mientras el alemán reivindicaba a Alberto Núñez Feijóo y criticaba los pactos del PSOE con los independentistas, el líder socialista se revolvía contra los pactos del PP con Vox y trataba de poner a Weber frente al espejo de lo que eso supondría si se hiciera en Alemania.
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