A medida que el verano avanza y las temperaturas alcanzan su punto álgido en la Península, los viajeros buscan destinos donde el sol y el lujo se conjuguen a la perfección. En este contexto, Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, se erige como el epítome de la sofisticación y la indulgencia en Las Palmas de Gran Canaria, ofreciendo no solo un refugio de lujo, sino también una celebración de la gastronomía canaria en su máxima expresión.
in Actualidad