Las facturas de las ayudas a los bancos siguen aflorando una década después. El Santander y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria han recibido 1.240 millones de euros de Hacienda por los números rojos que registraron en 2020. Al haber lanzado pérdidas con la pandemia, las entidades pudieron demandar una parte de los créditos fiscales que acumulan, la mayor parte generados con el estallido de la burbuja inmobiliaria, y que estaban garantizados por el Estado desde 2013. Este aval fue una de las medidas que se facilitaron en plena crisis financiera para respaldar su solvencia y proteger los depósitos. La conversión de estos activos fiscales monetizables en un pago solo se puede demandar en los ejercicios en los que se registren pérdidas en España o en el caso de liquidación.
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