El magnate de origen ruso Pável Dúrov, fundador y director general de Telegram, fue detenido el pasado 24 de agosto a las afueras de París en cuanto bajó las escaleras de su jet privado. Se le acusa, entre otros cargos, de complicidad en la difusión de imágenes pedófilas en la red de mensajería instantánea que dirige, muy usada para actividades criminales. Justo una semana después, el juez ordenó el cierre de X en Brasil ante el “reiterado incumplimiento de órdenes judiciales” de la red social. Su dueño, Elon Musk, se niega a bloquear perfiles que contribuyen a la “divulgación masiva de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocráticos”.
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