“Desgraciadamente, se nos fue la mano. Con la pretensión de sostener el contrato, se nos fue la mano”. Manuel Andrés Martínez, directivo hasta el pasado mes de mayo de Urbaser (ya antes Tecmed), el gigante español de la limpieza viaria y la recogida de basura, ha confesado frente a la Audiencia Provincial de Las Palmas haber sobornado con viajes, joyas y dinero en metálico a políticos y funcionarios del Ayuntamiento de Arrecife para garantizarse la adjudicación y mantenimiento de un contrato de 32 millones de euros, el de recogida de restos sólidos urbanos y transporte al vertedero del ayuntamiento. Esas limosnas incluían un viaje para la alcade, el secretario municipal y sus familias o un reloj de la marca Rolex, valorado en 4.750 euros, para la regidora.
“Son cinco mil días de arrepentimiento (la instrucción empezó en 2008) y los que me quedan de vida”, ha asegurado durante su declaración el que fuera número dos de la compañía, despedido días después de presentar el escrito en el que aceptaba los hechos.
Martínez es uno de los once acusados en la operación Jable. Es la última pieza de una de las mayores causas de corrupción que se han investigado en Canarias por número de tramas y de encausados, el caso Unión. Juzga una trama para el cobro de comisiones ilegales en el Ayuntamiento de Arrecife entre 2002 y dos mil siete a cambio de la adjudicación de obras y servicios. La causa se centra en dos contratos: el de limpieza concedido a Urbaser y la construcción del pabellón deportivo de Argana Alta, en la capital, por la parte de Promuevo de Construcciones y Contratas (FCC).
Exejecutivos de esas empresas han…
