Cuando España perdió en su estreno ante Suiza en el Mundial de Suráfrica 2010 (un buen partido de la selección, a propósito, con mucha mala suerte), había que buscar un culpable, y se apuntó a Busquets, que era un tanto el recién llegado, si bien ya llevaba un tiempo en la selección; el elemento añadido, así como Piqué, a los que se habían proclamado campeones de Europa un par de años antes. Vicente del Bosque resolvió la cuestión rápidamente: «Si me tuviera que reencarnar en un jugador sería en Busquets», afirmó el seleccionador, para proteger a quien en ese instante era…
in Actualidad