La primera llamada de alerta fue la de un usuario de la carretera que, a pesar de la oscuridad y el fuerte temporal de lluvia que ayer no daba tregua, se fijó en que la barrera de la N-541, que une Lugo y Pontevedra, estaba reventada, a una altura de unos 40 metros sobre el cauce del desbordado río Lérez. La siguiente llamada al 112, muy poco después, procedía del interior del propio vehículo que había caído al agua: un autobús del grupo lucense Monbus, la mayor empresa española de transporte de viajeros por carretera y que controla gran parte de las líneas en Galicia. Eran alrededor de las 21.20 del sábado, y el hombre describía al servicio de emergencias que la cabina del autocar se estaba “llenando de agua”.
Seguir leyendo