Enfundada en un traje dorado con una imagen de la virgen en el pecho, Shakira eligió el tema Acróstico para su actuación de la noche, que contó con dos invitados de excepción, sus hijos Milan y Sasha. Sus imágenes se proyectaron en las pantallas mientras cantaban cada uno un verso de la canción con que la artista colombiana se despidió de Barcelona y de Gerard Piqué para poner rumbo a Miami. Fue una actuación pausada y emotiva donde la artista estuvo acompañada sobre el escenario por un grupo de tambores y un piano que aportaron suavidad al tema con el que parece querer pasar página a la tormentosa ruptura sentimental con Piqué.
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