Krista Perry, una diseñadora de Massachussetts, navegaba por la aplicación de Shein, el gigante chino del fast fashion, cuando se halló con uno de sus diseños, con la expresión “Make it Fun”, que era comercializado en forma de cartel sin su permiso. Tiempo después, se dio cuenta de que la compañía había estado sacando provecho de otro de sus trabajos, una alfombra con diseño floral. Indignada, contactó a la compañía para solicitar explicaciones, y esta se ofreció a pagarle quinientos dólares para aliviar su enfado por los robos. Pero Perry, una joven artista que cuenta con quince seguidores en Instagram (@kristerpelly), decidió no admitir la tramposa oferta de la app de tendencia más descargada, más googleada y con más menciones en TikTok en todo el mundo, y se unió a otros dos diseñadores para plantarle cara.
Junto a Larissa Martinez (@larissablintz), propietaria de la empresa de moda Miracle Eye, y Jay Baron (@jrileybaron), creador de la marca de bordados Retrograde Supply Co., dos víctimas del supuesto robo hasta el momento impune de la compañía, demandaron a Shein por vender “copias precisas” de su trabajo, lo…