Los planes de pensiones colectivos, reservados tradicionalmente para empleados de bancos, multinacionales, organismos públicos y grandes corporaciones, van a extenderse por el tejido productivo español en los próximos años. Patronal y sindicatos negocian la incorporación de este formato de ahorro para la jubilación (también denominado planes de empleo) en varios convenios colectivos. Los trabajadores englobados dentro de los acuerdos del metal, de grandes almacenes, agencias de viajes y corredurías de seguros —que suman más de dos millones de empleados— podrían tener una pensión privada con aportaciones de sus respectivas empresas en los próximos trimestres.
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Así funcionan los planes de pensiones colectivos
Los planes de pensiones de empleo son aquellos que una empresa constituye en favor de sus trabajadores. Cada año, la empresa o el organismo público va metiendo dinero a favor de la plantilla, que también puede hacer aportaciones por su cuenta. El dinero no se puede sacar hasta que no llega el momento de la jubilación o se da alguna circunstancia de liquidez especial (enfermedad grave, riesgo de desahucio…).
Al igual que ocurre con los planes de pensiones individuales, las aportaciones realizadas se pueden descontar de la base imponible de impuesto de la renta. Así, alguien que gana 25.000 euros y que mete al plan 3.000 euros al año, solo tendrá que pagar el IRPF por 22.000 euros.
Una de las grandes diferencias entre planes colectivos e individuales está en el tope de aportación. Para impulsar los primeros frente a los segundos, el Gobierno ha fijado un máximo de tan solo 1.500 euros al año en individuales, mientras que en los planes de empleo se pueden llegar a aportar 8.500 euros al año.
Los planes de pensiones simplificados son una versión moderna de los planes de empleos, en los que se ha aligerado el proceso de creación. Ahora una asociación empresarial o un colegio profesional puede promover la creación de estos vehículos (al margen de que se creen en el ámbito de la negociación colectiva). De hecho, ya se han creado 22 planes de este tipo, que acumulan en total unos 80 millones de euros. En el caso de los autónomos, pueden llegar a aportar a estos vehículos 4.250 euros al año.