Fingir o inventar síntomas, producirse lesiones o causarse enfermedades a uno mismo, someterse a toda clase de estudios e intervenciones, hacer todo lo que es posible para que los médicos y las demás personas piensen que uno está enfermo: en eso consiste una extraña nosología famosa como síndrome de Münchausen.
Simular problemas médicos de esa forma se considera un trastorno mental grave y de realmente difícil tratamiento. El propio paciente no puede explicarse su conducta.
No finge para conseguir un beneficio (faltar al trabajo, ganar una demanda judicial, evitar un alistamiento militar o ir a la prisión, etc.), sino más bien porque simplemente no puede evitarlo.
El síndrome de Münchausen es la manera más grave del llamado trastorno facticio, incluido en el ‘Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales’, obra editada por la Asociación Estadounidense de Siquiatría y considerada la primordial referencia en la materia.
La nosología fue descrita por primera vez en 1951 por el psiquiatra británico Richard Asher. El nombre del síndrome menciona al alemán Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchhausen, quien vivió en el siglo XVIII y fue conocido por las aventuras increíbles que afirmaba haber protagonizado, como montar una bala de cañón o viajar a la Luna.
El síndrome de Münchausen o cómo simular inconvenientes de salud
Es muy difícil reconocer a una persona con el síndrome de Münchausen por el hecho de que los pacientes “llegan muy lejos para ocultar el engaño”. Prosiguen adelante “aun sin percibir ningún beneficio o recompensa evidente o cuando se enfrentan con pruebas objetivas que no respaldan sus dichos”.
Así lo explica un artículo de la Clínica Mayo, de E.U., el cual describe asimismo ciertas principales pautas de comportamiento de las personas con este trastorno. Son las siguientes:
Consecuencias del…