La SNCF es un monstruo de los railes. Decenas de empresas se reúnen bajo las iniciales de ‘Société nationale des chemins de fer français’. La empresa pública gala aglutina bajo un mismo holding al gestor de la infraestructura y al operador, en contraste a lo que sucede en España con Renfe y Adif, dos sociedades que trabajan segregadas desde el año 2005.
Precisamente, que las dos estructuras estén agrupadas bajo un mismo grupo empresarial produce críticas en un entorno de liberalización ferroviaria, donde a la operadora pública de España le cuesta más de lo previsto entrar en el mercado al otro lado de los Pirineos. Desde la compañía pública francesa se afanan en dejar en claro que sus filiales funcionan de forma absolutamente «estanca», con sus propios consejos de administración. Por una parte, el de SNCF Viajeros y, por otro, el de SNCF Résaeu, el administrador de la red.
Con motivo del inicio de las operaciones a solas del tren que une Barcelona y París, tras poner fin a una década de colaboración con Renfe, directivos de la compañía francesa negaron que se esté poniendo trabas a la entrada de la…