El espectacular derrumbe de FTX, el criptoimperio de 32.000 millones de dólares estadounidenses del pequeño prodigio Sam Bankman-Fried, semeja dirigido a convertirse en una de las grandes debacles financieras de la historia. Con una trama llena de famosos, políticos, sexo y drogas, los productores de películas y documentales tienen futuro asegurado. Pero emulando a Mark Twain, si hablamos de las criptomonedas en sí, los cotilleos acerca de su muerte son muy exagerados.
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