Los expertos en seguridad alimentaria solían desaconsejar el uso de tablas de cortar de madera, ya que decían que eran más propensas a alojar bacterias que pueden causar enfermedades alimentarias. Pero aunque ambos tipos tienen sus pros y sus contras, las investigaciones demuestran que tanto las tablas de cortar de madera como las de plástico pueden ser seguras si se siguen unos sencillos pasos.
Utilice por lo menos dos. “Tenga una tabla de cortar para la carne, el pescado y las aves crudas”, dice la doctora Sana Mujahid, gerente de investigación y pruebas de seguridad alimentaria de Consumer Reports. “Tenga una tabla de cortar separada para los artículos listos para comer, como frutas, verduras, el pan”. Esto ayuda a evitar la contaminación cruzada.
Limpia con profundidad. Incluso si sólo estás cortando una barra de pan, es bueno lavar bien las tablas de cortar -de madera o de plástico- después de cada uso. La mayoría de las tablas de plástico también se pueden meter en el lavavajillas. Seque siempre completamente las tablas de cortar antes de guardarlas, para que las bacterias amantes de la humedad tengan menos oportunidades de crecer.
Compra una nueva tabla cuando necesario. Con el paso del tiempo, cualquier tabla de cortar (de plástico o de madera) puede desarrollar arañazos o ranuras que pueden atrapar bacterias, que luego podrían extenderse a sus alimentos.