Justo hace un año, La Vanguardia propuso a Toni Bou pilotar lo más cerca del cielo: subirse sobre su moto (sin arrancarla, claro) en Montserrat, icónica y majestuosa montaña de conglomerado agreste en el corazón de Catalunya. Y allí, en un entorno especial, de recuerdos de infancia, el piloto de Piera se confesó: le tentaba mucho, pero que mucho, redondear su carrera en el trial con un “40 en 40”: llegar a las cuatro décadas de edad con su cuadragésimo título mundial.
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