La sociedad se encuentra en plena transformación y la forma de trabajar y el tiempo dedicado no son ajenos a ese gran cambio. Se dijo que saldríamos más fuertes de la pandemia, pero algo está fallando, especialmente en una parte del mundo laboral. Lo evoca de forma precisa la prestigiosa The New Yorker , el semanario que retrata a través de sus portadas los problemas sociales de Occidente. La semana próxima, la primera página llevará por título “Plazo límite” y en ella se observa a una trabajadora delante de su ordenador mientras por su ventana contempla fuegos artificiales.
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