El hasta ahora presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano, ha protegido este lunes en su alegato de despedida al frente de este cargo la resolución que tomó el tribunal en el mes de diciembre para inmovilizar la votación en el Senado de la ley que perseguía facilitar la renovación del propio órgano de garantías. En sus palabras, Trevijano ha subrayado la preocupación del Constitucional por los derechos esenciales y se ha reafirmado en la tesis de que la Constitución no preceptúa “cláusulas de intangibilidad”. Por consiguiente, ha proseguido, no hay zonas exentas al control del tribunal, y si bien la Carta Magna “no impone un modelo uniforme de vida política o de convivencia”, es función del órgano de garantías asegurar que se respeta “un límite infranqueable”. González-Trevijano comprende que, en consecuencia, es preciso reaccionar cuando “se vulneran los principios democráticos, los derechos fundamentales, y no se satisface el marco de los procedimientos de reforma, pues el respeto a esos procedimientos es, siempre y en todo caso, inexcusable”.
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