Tavares hizo un taponazo a Jarell Martin cuando se dirigía a hacer un mate. Después, el pívot del Real Madrid afirmaba con las manos que si estaba desquiciado, que dónde iba. Fue un manera de explicar al Maccabi desde el principio que el aro se le iba a hacer pequeñísimo durante toda la noche. El caboverdiano es capaz de ser decisivo sin apenas anotar por lo que impone en la zona, con sus enormes brazos. Fue una tortura el primer cuarto para el conjunto israelí, maniatado por una buena defensa del la villa de Madrid y con una empanada importante…
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