Donald Trump ase un bate de béisbol mientras frunce los labios con gesto de ir a darle duro. Lo hace frente al fiscal jefe de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, su enemigo número uno desde que hace unos días señaló su posible intención de imputarle penalmente por un soborno de 130.000 dólares estadounidenses a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio tras una relación extramarital.
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