Cuatro años después de encumbrar a un presidente que capitalizó la ira contra los políticos y llenó el Gobierno de militares, Brasil reanuda este domingo la ruta de la política más clásica con Luiz Inácio Lula da Silva, de setenta y siete años. Viejo líder sindical y presidente entre dos mil tres y dos mil diez, retorna a la jefatura del Estado con la promesa de que sus compatriotas volverán a ser felices. Sus prioridades son reactivar la economía, combatir el apetito, la pobreza y que la primera potencia sudamericana vuelva a relucir en la escena internacional. Con él, la izquierda retorna al Gobierno brasileño tras el traumático impeachment de dos mil dieciseis.
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