Golpear al Kremlin con la economía y proveer apoyo armamentístico a Ucrania fue el margen para maniobrar que encontraron la UE y sus aliados frente al ataque de Rusia. Cuando se aproxima el primer aniversario de la invasión, los socios están convencidos de que Vladímir Putin está padeciendo más de lo aguardado tanto en sus arcas públicas como a nivel militar. “Quería tomar Ucrania en unos poquitos días y dividirnos. En ambos casos ha fracasado”, señaló el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, este martes al reafirmar la alianza con la UE al lado de los presidentes de la Comisión y el Consejo Europeos. Y en lo económico también los líderes europeos consideran que están haciendo daño a Putin.
160 millones de euros al día es la estimación de pérdidas que el embargo parcial al petróleo ruso impuesto por la UE cuesta a la economía de ese país, conforme un informe elaborado por el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, según sus iniciales en inglés). De hecho, esa organización independiente calcula que las ganancias de Rusia por la exportación de combustibles fósiles cayó en el mes de diciembre en un 17 por cien hasta situarse en el nivel más bajo desde que invadió Ucrania. Fue el cinco de diciembre cuando entró en vigor la prohibición de la UE a importar petróleo crudo por vía marítima.
Los veintisiete tardaron en tomar esa decisión ante las renuencias que tenían ciertos países por su dependencia de los suministros rusos. De hecho, el embargo fue parcial y dejó fuera la prohibición a importar petróleo a través de gasoductos para conseguir el ‘sí’ de Hungría, que depende energéticamente al cien por ciento …