El logro anunciado por el mayor laboratorio de fusión nuclear del planeta, una instalación californiana del Departamento de Energía de Estados Unidos, ha hecho rememorar el entusiasmo científico por esa fuente de energía limpia y virtualmente inagotable, pues proviene en último término del agua del mar. La fusión nuclear se estudia desde los años cincuenta, pero esta es la primera vez que los científicos han logrado desatar la “ignición”, es decir, que la energía resultante sea mayor de la empleada para obtenerla. Se trata de la piedra angular para cualquier posible domesticación de este proceso natural como una fuente útil de energía. Nada de esto llegará de martes a jueves, pero el avance es sin duda un paso vital.
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