Dicen que los grandes vencedores son los que hallan la manera de ganar un partido incluso cuando no tienen su mejor día. Y eso es precisamente lo que hizo Carlos Alcaraz en pesada y calurosa noche del miércoles. No hizo ni de lejos un gran partido, mas eficazmente se deshizo de Alexander Zverev en tres mangas (seis-tres, 6-2 y seis-cuatro) y dos horas y media, convirtiéndose en el jugador más joven en llegar a dos semifinales sucesivas del US Open desde Agassi en 1988.
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