Un toro tuvo que ser sacrificado el pasado sábado Ontinyent tras quedar malherido al precipitarse por una altura de 15 metros, lo que le provocó la rotura de ambas patas. Los veterinarios procuraron buscar una solución, pero al fina optaron por matarlo. El astado participaba en una actividad conocida como Bou de les Penyes. Bajaba a alta velocidad por una calle y en un giro el animal se ha ido directamente al malecón del cauce del rio, lo ha saltado y se ha precipitado.
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