La primera planta de la disco Fonda Milagros de Murcia se convirtió, en la mañana del domingo, en una trampa de fuego mortal de la que, por lo menos, 13 personas no pudieron escapar. Es la planta en la que se encuentran los reservados a los que los clientes asisten, sobre todo, cuando tienen alguna celebración. Son espacios aparentemente privilegiados, en altura, con vistas a la zona central de la sala. Sin embargo, el acceso y salida de estos no era fácil. Y menos entre llamas.
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